Qué es la teoría del caos?
La teoría del caos se refiere a una teoría matemática que justifica la posibilidad de obtener resultados aleatorios a partir de ecuaciones ordinarias. La regla principal de esta teoría es la comprensión básica de que los pequeños eventos pueden afectar significativamente a los resultados de eventos aparentemente no relacionados. Esta teoría también se conoce como «dinámica no lineal. Por ejemplo, existe una teoría popular conocida como el efecto mariposa. Se ha demostrado que la causa de un huracán en China podría deberse a una mariposa que agita sus alas en Nuevo México.
Aplicación de la teoría del caos en los mercados de valores
Algunos campos en los que la teoría puede ver referencia hoy en día son la geología, las matemáticas, la microbiología, la biología, la informática, la economía, la ingeniería, las finanzas, por mencionar algunos. La teoría del caos es un esfuerzo por observar y comprender la base de los sistemas complejos que pueden parecer sin ningún orden o forma, a primera vista.
Los mercados financieros están cubiertos en esta categoría con la ventaja adicional de venir con un rico conjunto de datos históricos. La teoría puede ilustrar un interesante fenómeno financiero sobre cómo los mercados financieros aparentemente sanos pueden sufrir choques y colapsos repentinos. Los matemáticos que creen en la teoría del caos tienen un concepto. Afirman que el precio es lo último que cambia para una acción, un bono o cualquier otro valor. Esta creencia sugiere que los momentos en los que la volatilidad de los precios es baja, no tienen por qué reflejar la salud real del mercado. Mirar el precio como indicador de retardo deja a los inversores en la oscuridad hasta el punto de permitirles detectar las caídas antes de que se produzcan.
Entender la teoría del caos en la economía
Los modelos económicos pueden mejorarse mediante la aplicación de la teoría del caos. Aunque es una tarea extremadamente compleja predecir la salud de un sistema económico y qué factores influyen más en él. Los sistemas económicos y financieros son básicamente diferentes a los de las ciencias naturales clásicas. Es porque los primeros son inherentemente probables, ya que son el resultado de las interacciones de las personas. Por lo tanto, los modelos puramente deterministas no pueden ofrecer una representación exacta de los datos.