Qué es el Tapering?
El tapering es la reversión gradual de la estrategia de flexibilización cuantitativa de un banco central diseñada para impulsar el crecimiento económico. Al igual que la mayoría, si no todas, las medidas de estímulo económico, se supone que deben ser retiradas hasta que los responsables políticos se aseguren de que se ha alcanzado el resultado deseado, normalmente un crecimiento económico autosostenible.
Entendiendo el Tapering
El tapering sólo puede hacerse realidad si ya se ha operado algún tipo de programa de estímulo. El último ejemplo fue el programa de flexibilización cuantitativa (QE) implementado por Estados Unidos. Sistema de la Reserva Federal (FRS), conocido como la Fed en términos coloquiales, en respuesta a la crisis financiera de 2007-08.
Los esfuerzos de tapering se dirigen principalmente a los tipos de interés y a controlar la percepción de los inversores sobre cuáles serán esos tipos en el futuro. Pueden consistir en modificaciones de las actividades tradicionales de los bancos centrales, como la modificación del tipo de descuento o los requisitos de reservas, o en otras menos ortodoxas, como la flexibilización cuantitativa (QE).
El QE amplía el balance de la Fed mediante la compra de bonos de largo vencimiento y otros activos financieros. Estas compras reducen la oferta disponible, lo que provoca un aumento de los precios y una disminución de los rendimientos (tipos de interés a largo plazo).
Los rendimientos más bajos reducen los costes de los préstamos, lo que debería facilitar a las empresas la financiación de nuevos proyectos que generen puestos de trabajo, lo que llevaría a un aumento de la demanda y del crecimiento económico. Básicamente, se trata de una herramienta de política fiscal en la caja de herramientas de la Fed para estimular la economía que se rescatará gradualmente o se reducirá una vez que se cumpla el objetivo.
Filosofía detrás de la toma de control
Los bancos centrales pueden seguir una serie de estrategias para fomentar el crecimiento y deben adaptar los cambios económicos a corto plazo a las expectativas del mercado a largo plazo. Si el banco central reduce sus operaciones demasiado rápido, podría empujar la economía a la recesión. Si no reduce sus operaciones, podría producirse un aumento no deseado de la inflación.
Ayuda a establecer las expectativas del mercado al ser abierto con los inversores respecto a las futuras actividades bancarias. Por eso, los bancos centrales suelen aplicar un tapering gradual a las políticas monetarias, en lugar de un cese abrupto. Los bancos centrales minimizan la volatilidad del mercado perfilando su estrategia de tapering y definiendo las condiciones en las que éste comenzará o terminará. En este sentido, se habla de las reducciones previstas con antelación, lo que permite que el mercado empiece a hacer ajustes antes de que la actividad tenga lugar realmente.