Introducción
Swing for the fences es una frase que se refiere a los intentos de obtener mayores ganancias en las operaciones bursátiles con apuestas casi agresivas. El origen del término se encuentra en el juego del béisbol, i.e. los que vienen a batear para alcanzar la bola hasta las vallas para poder conseguir un jonrón. Asimismo, los inversores que intentan columpiarse en la bolsa para alcanzar las vallas asumen un mayor riesgo para obtener mayores rendimientos.
Entendiendo el Swinging for the Fences
En el swing for the fences, los operadores o inversores persiguen ganancias masivas en las operaciones bursátiles apostando agresivamente con alto riesgo. El acto de oscilar también puede referirse a la toma de decisiones grandes y arriesgadas y a la búsqueda de altos rendimientos. Las decisiones de gran envergadura y alto riesgo suelen estar fuera de los mercados bursátiles.
Los gestores de carteras no suelen intentar hacer un swing en las vallas por muchas razones, entre ellas sus contratos legales y otras obligaciones con sus clientes. En la gestión de carteras, los gestores no pueden asumir apuestas agresivas en nombre de sus clientes. La evaluación y gestión del riesgo suele formar parte del acuerdo con los inversores manteniendo los intereses de éstos.
Los gestores de carteras son profesionales y deben gestionar profesionalmente los folios de sus clientes. Deben equilibrar todos los factores y atributos de la inversión, como el riesgo, la rentabilidad, la ponderación de las oportunidades y la posibilidad de pérdidas. Desde el punto de vista legal, un gestor de carteras tiene una relación fiduciaria con sus clientes.
Un gestor de carteras que opera por cuenta propia puede asumir un mayor riesgo para perseguir agresivamente altos rendimientos. Sin embargo, en el caso de los fondos de los clientes, el gestor debe elegir inversiones que cumplan con determinadas evaluaciones de riesgo, normas de seguridad, normas de calidad, entre otros términos de los acuerdos con los inversores.
Conclusión
Un intento de «swing for the fences» puede ser el que un individuo tome, especialmente en una oferta pública inicial (IPO). Una posible inversión en una OPV es más arriesgada, ya que el precio no se ha negociado previamente y se desconoce la rentabilidad. En comparación, las empresas establecidas en el mercado de valores pueden ofrecer rendimientos constantes a través de los dividendos y la revalorización de las inversiones.