Introducción
La separación de poderes implica la división de funciones, responsabilidades y poderes que ofrecen dos cargos diferentes en dos manos distintas. El término puede entenderse mejor a partir del contexto en el que se utiliza.
En una empresa, los poderes otorgados por cada uno de los diferentes departamentos, como el financiero, el de contabilidad, el de marketing y el de gestión de productos, deben ser ejercidos por diferentes personas para lograr mejores resultados. A nivel nacional, los poderes del gobierno están separados de los poderes del sistema judicial.
Separación de poderes en la India
En la India se sigue la «separación de funciones» y no la separación de poderes. Por lo tanto, el principio no se observa en su rigidez.
En la India no se practica una estricta separación de poderes como en EE.UU. Sin embargo, existen puntos de control en el sistema que permiten a los tribunales anular cualquier modificación inconstitucional realizada a través de la legislación.
Los creadores de la Constitución también han definido cuidadosamente las funciones de varias alas de los Estados. El legislativo y el ejecutivo se consideran las dos vertientes del pueblo del país que tienen todos los poderes conferidos, incluido el financiero.
Existe una clara división entre el jefe del Estado y el jefe del Gobierno. El Presidente es el ejecutivo, y el Parlamento (incluidos el Lok Sabha y el Rajya Sabha) es el legislativo. El Tribunal Supremo, los tribunales superiores y otros tribunales inferiores forman el poder judicial. Asimismo, el Gobernador es el ejecutivo junto con el órgano legislativo en cada estado.
Separación de poderes en una empresa
Aunque la separación de poderes se asocia más a la política, las organizaciones empresariales también utilizan este tipo de sistema. Por ejemplo, para mejorar y reforzar los controles y equilibrios, así como para dotar de verdadera integridad al gobierno corporativo, es necesario separar la posición del director general (CEO) del presidente.
Los consejeros delegados que desempeñan ambas funciones se controlan a sí mismos, ya que el principal trabajo del Consejo de Administración es supervisar la gestión en nombre de los accionistas. Esto conduce a un posible abuso de poder y a una disminución de la transparencia y la responsabilidad.