Introducción
Un recibo se refiere a un registro o reconocimiento escrito del pago de una suma de dinero a cambio de bienes o servicios. Los recibos son proporcionados por los vendedores de bienes o proveedores de servicios contra el pago realizado por el cliente. No sólo en las transacciones entre empresas y consumidores (B2C), también hay que entregar recibos en las transacciones entre empresas (B2B).
Entender el recibo
Un recibo sirve como prueba documental de la compra de bienes que pueden ser consumibles, bienes de uso personal, productos electrónicos, etc. Del mismo modo, en el sector de los servicios, el recibo actúa como prueba del uso de un servicio, como el servicio de un abogado, la consulta y la prescripción médica de un médico u hospital. En caso de tener que cambiar la mercancía o resolver cualquier duda con el proveedor del servicio, el recibo sirve de prueba para el consumidor.
En el caso de las transacciones entre empresas, los ingresos por compras de materias primas o bienes comerciales constituirán compras empresariales. Los recibos sirven como prueba de las compras y para reclamar los gastos de la empresa y presentar las declaraciones de impuestos mensuales y anuales. Los recibos también ayudan a controlar los pagos a los proveedores y a contabilizar las transacciones.
Del mismo modo, en el proceso bancario, un cliente que tenga una cuenta bancaria obtendrá un recibo por los depósitos y retiros de efectivo y cheques. El titular de una cuenta bancaria también puede descargar los recibos de las transacciones electrónicas, como la transferencia de dinero o el pago con tarjeta de crédito o débito.
Una persona que realiza inversiones también obtendrá recibos de depósito en el caso de los depósitos fijos realizados en un banco, un recibo por los depósitos del PPF, las inversiones en fondos de inversión, las transacciones bursátiles, etc. Estos recibos actuarán como prueba de las inversiones y permitirán la entrada en los registros del inversor.
Conclusión
Generar y proporcionar recibos a los clientes es un mandato de las leyes comerciales del país. La ley también aconseja que se conserven los recibos durante un periodo determinado a efectos de auditoría o evaluaciones. En la India, la Ley del Impuesto sobre Bienes y Servicios y la Ley del Impuesto sobre la Renta de 1961 obligan a mantener registros de recibos.