Introducción
Un raider o asaltante de empresas es un inversor que toma el control de una empresa comprando una gran participación en ella. Al adquirir la mayoría de los derechos de voto de los accionistas, el asaltante de empresas presiona para que se produzca un cambio en la reestructuración de la empresa, especialmente en la alta dirección. El objetivo de una incursión corporativa es influir en el proceso de toma de decisiones de la empresa, aumentar la rentabilidad y el valor para los accionistas y, en algunos casos, liquidar o vender la empresa con beneficios.
Los asaltantes se dirigen a empresas en quiebra y con activos infravalorados. Si bien el aspecto clave es provocar un cambio rentable en la empresa, también podría haber un aspecto personal involucrado, para el asaltante.
Ventajas de una incursión corporativa
Un asaltante podría afectar a una incursión corporativa si considera que los activos de una empresa están siendo infravalorados, y podrían utilizarse para generar beneficios de forma efectiva.
Una redada corporativa podría llevarse a cabo para realizar una reestructuración estratégica y cambios en la gestión, con el fin de mejorar la reputación de la empresa, lo que a su vez repercute en su cotización y patrimonio neto.
Comprar la mayoría de las acciones, aumentar estratégicamente la valoración de las acciones y vender la empresa con un enorme beneficio para el atracador.
Formar una sinergia empresarial en áreas de productos e intereses similares, para beneficiarse de las economías de escala.
Desventajas de un asaltante corporativo
Un raider busca maximizar sus intereses personales en lugar de los intereses de la empresa.
Los beneficios de un asaltante de empresas suelen ser a corto plazo, ya que el asaltante busca obtener beneficios rápidamente y en un futuro próximo.
La mayoría de los raiders son adquisiciones ostensibles que a veces dañan la imagen de la empresa, por la forma en que se llevan a cabo.
Los asaltantes de empresas podrían provocar la angustia y la desesperación de los empleados de la organización, especialmente de los altos ejecutivos con experiencia, que podrían acabar perdiendo sus puestos de trabajo.