En ocasiones, una empresa puede necesitar que se ejecute un trabajo o proyecto específico de forma temporal. Por lo tanto, en lugar de contratar a un empleado permanente, pueden preferir recurrir a los servicios de un autónomo. Un freelance es una persona especializada en su propio campo de trabajo y que trabaja por encargo para una o varias empresas.
Un contrato de autónomo es un acuerdo entre el autónomo y una empresa. Establece los distintos términos y condiciones relativos al trabajo realizado por el autónomo. Este acuerdo es esencial ya que ayuda a construir una relación sólida y justa entre la empresa y el autónomo.
Los detalles incluidos en un contrato de freelance son:
- Alcance del trabajo: Esta cláusula es la más importante. Se refiere a la naturaleza del trabajo y las actividades que debe realizar el autónomo
- Plazos: Establece un plazo para la finalización del trabajo y las consecuencias de no entregarlo a tiempo
- Compensación: La cantidad que se pagará al autónomo por el trabajo asignado. Además, en el acuerdo se debe especificar cuándo se deben abonar dichas cuotas y el modo de pago de las mismas
- Rescisión: Las circunstancias en las que la empresa puede rescindir los servicios de un autónomo. También las indemnizaciones a pagar al autónomo en caso de cese por parte de la empresa
- Cargos por adelantado, si los hay: Si hay que pagar algún anticipo al autónomo antes del trabajo, entonces dicha cantidad también debe mencionarse en el acuerdo
El contrato protege los intereses tanto de la empresa como del autónomo, ya que establece claramente el alcance del trabajo y las condiciones generales relacionadas con el proyecto. Incluso si surge alguna disputa entre la empresa y el freelance, el contrato sirve como guía legal para la resolución de dichas disputas.Por lo tanto, siempre es aconsejable que las empresas que contratan freelancers celebren un contrato con el freelance para construir una relación justa y mutuamente beneficiosa.