Dada la ambigüedad y la litigiosidad del actual régimen fiscal, el GST ha sido un importante punto de debate en los últimos tiempos. Se espera que el GST alivie los obstáculos actuales. Para las empresas de comercio electrónico, el GST es especialmente interesante porque el modelo de ley GST propone específicamente un mecanismo de recaudación de impuestos en origen (TCS) también. En el marco del GST, el comercio electrónico se ha identificado como «Suministro de bienes y/o servicios, incluidos los productos digitales a través de una red digital o electrónica»
Un operador de comercio electrónico también se define para incluir a toda persona que directa o indirectamente posee, opera o gestiona una plataforma electrónica que facilita el suministro de cualquier bien y servicio. En virtud del mecanismo del TCS, una empresa de comercio electrónico debe deducir el impuesto al tipo del 1% del valor neto de los suministros imponibles. El mismo impuesto tiene que ser depositado en el gobierno.
Aunque el GST unifica una miríada de impuestos indirectos y las empresas de comercio electrónico no tendrán que preocuparse de que los gobiernos estatales impongan un impuesto de entrada sobre los bienes vendidos en línea o el IVA sobre la no declaración de los almacenes, etc., la recaudación de impuestos propuesta ha dejado a las empresas de comercio electrónico un poco inquietas.
Además, la contabilización del pago contra reembolso, las devoluciones y los pedidos cancelados afectarán a los flujos de caja del operador. La tasa de devolución o cancelación en India es de aproximadamente el 15-18% y más de dos tercios de las transacciones son contra reembolso, cuya conciliación se produce entre 7 y 15 días después. Esto supondría una carga para los operadores a la hora de solicitar la devolución en caso de pedidos cancelados o devueltos sobre los que ya se ha deducido el impuesto. Además, los operadores tendrán que gestionar su contabilidad y conciliación en consecuencia.
Además, se darán circunstancias en las que los bienes sean devueltos debido a la cancelación o al defecto sobre cuyo suministro se ha recaudado el ITC aunque el suministro finalmente no se haya materializado en su totalidad. Con el aumento del volumen de transacciones y la presentación de varias declaraciones, el coste de cumplimiento para el operador aumentará sin duda. Bajo el GST, los actores del comercio electrónico tendrán que iniciar la transferencia de existencias de bienes del vendedor al almacén o de un almacén a otro.
Actualmente, las transferencias de existencias no están sujetas a ningún impuesto, a excepción del impuesto de entrada. Pero bajo el GST, las transferencias de existencias interestatales estarán sujetas al IGST. Esto podría tener un impacto severo en las micro, pequeñas y medianas empresas (MSME). En conclusión, el país espera con ansias la puesta en marcha del GST. El régimen se centra en la creación de un mercado único para todos e introducirá una fiscalidad basada en el destino.
Pero el gobierno debe garantizar que el GST aligere las normas reguladoras para beneficiar a las empresas de comercio electrónico, acelerando su crecimiento y atrayendo más inversiones. Es imperativo que el gobierno haga esfuerzos para que la ley sea clara y amigable con la industria para que la industria y la economía se beneficien en su conjunto.