Qué es la gestión pasiva?
La gestión pasiva es un estilo de gestión asociado a los fondos de inversión y los fondos cotizados (ETF), en el que la cartera de un fondo refleja una lista de mercado.
La gestión pasiva es el contraste de la gestión activa, en la que el gestor o gestores de un fondo intentan batir al mercado con diferentes estrategias de inversión y decisiones de compra/venta de valores. La gestión pasiva también se conoce como «política pasiva», «gasto pasivo» o «gasto por índice.»
Desglose de la gestión pasiva
Los partidarios de la gestión pasiva creen en la idea de una empresa eficiente. Afirma que los mercados incorporan toda la información y la reflejan en todo momento, lo que hace inútil la selección individual de valores. En consecuencia, el enfoque de inversión más seguro es invertir en fondos indexados que han superado sistemáticamente a otros fondos de gestión activa.
Gestión de carteras pasivas frente a activas
Los inversores tienen dos estrategias de inversión principales para generar un rendimiento en sus cuentas de inversión: la gestión activa de la cartera y la gestión pasiva de la cartera.
En comparación con un índice de referencia específico como el Standard & Poor’s 500 Index, la gestión activa de la cartera se centra en superar al mercado. Para producir resultados comparables, la gestión pasiva de carteras imita los activos de inversión de un único índice.
Como los nombres implican, en general, la gestión activa de la cartera implica operaciones más frecuentes que la gestión pasiva. Un inversor puede utilizar un gestor de cartera para llevar a cabo cualquiera de las dos estrategias o puede seguir cualquiera de los dos enfoques como inversor individual.