Factor – Definición, qué es el factor y cómo funciona el factor?

Quién es un Factor?

Un agente intermediario que financia los créditos es un factor. Un factor no es más que una fuente de financiación que se ofrece a pagar a la empresa el importe de una factura menos una comisión y un descuento de honorarios.

El factor anticipa inmediatamente gran parte de la suma facturada al cliente y el resto al facturado al recibir los fondos. Una transacción en la que interviene un factor implica directamente a tres partes: el factor que compra el crédito, el comprador del crédito y el deudor, que tiene que hacer un pago al propietario de la factura.

Funciones de un factor

Un factor ayuda a una empresa a adquirir capital inmediato basado en los beneficios potenciales debidos a la cuenta por cobrar o a la factura de la empresa que se debe a una suma específica. Las cuentas por cobrar (AR) actúan como un registro del dinero que los clientes deben por las ventas a crédito. El factoring ayuda a otras partes interesadas a comprar los fondos adeudados a cambio de suministrar el efectivo por adelantado a un precio descontado.

En función de sus actividades internas, las condiciones establecidas por un factor pueden variar. El factoring se realiza en la mayoría de los casos a través de instituciones financieras de terceros, que se denominan factores. Los factores suelen liberar los fondos vinculados a las cuentas de cobro recién adquiridas en un plazo de 24 horas. Las condiciones de reembolso pueden variar en función del importe.

Además, la suma de fondos recibida por las cuentas por cobrar reales, conocida como tasa de anticipo, también puede variar.

El factoring no se denomina préstamo, ya que las partes que forman parte del acuerdo no cuestionan ni obtienen deuda. A menudo, los fondos puestos a disposición de la empresa a cambio de las cuentas por cobrar no están sujetos a ningún límite de uso.

Proceso implicado en el factoring

El método de factorización puede dividirse en dos partes: la configuración inicial de la cuenta y la financiación continua. Lo ideal es que se tarde una o dos semanas en crear una cuenta de factoring. Se trata de una solicitud, una lista de clientes, un informe de antigüedad de las cuentas por cobrar y un modelo de factura.

El proceso de aprobación incluye una suscripción exhaustiva en la que la empresa de factoring puede solicitar documentación adicional, como documentos de constitución, estados financieros y extractos bancarios. Si se aprueba, la empresa contará con una línea de crédito máxima de la que podrá disponer.

Si se ha creado la cuenta, la empresa puede empezar a facturar para obtener financiación. Las facturas no se aceptan individualmente, pero la mayoría de ellas pueden financiarse en uno o dos días laborables, siempre que cumplan los requisitos del criterio.

Los factores se financian en dos partes. El primer elemento es el «anticipo», que incluye el valor de la factura del 80 al 85 por ciento, depositado directamente en la cuenta bancaria de la empresa. El 15 ó 20 por ciento restante se reembolsará, menos los costes de factoring, siempre que la factura se cargue a la empresa de factoring en su totalidad.

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