Qué son las externalidades?
Externidad, término utilizado en economía, se refiere a los costes incurridos o a los beneficios recibidos por un tercero, cuando éste no tiene control sobre la generación de los costes o beneficios.
La externalidad puede ser positiva o negativa y puede surgir de la producción o el consumo de bienes o servicios. Puede ser privada o social, i.e. que afecta a la organización o a toda la sociedad, respectivamente.
Las externalidades pueden clasificarse como positivas o negativas. En consecuencia, una externalidad podría no afectar a la organización que la provoca.
Una demostración de la externalidad negativa es la contaminación que emite una fábrica y que perturba el entorno y afecta a la salud de los residentes cercanos. Un ejemplo de externalidad positiva es la influencia de una mano de obra bien formada en la productividad de una empresa.
Las externalidades suelen ocurrir cuando la producción o el consumo del propio equilibrio de precios de un producto o servicio no puede reflejar los costes o beneficios reales de ese producto o servicio para la sociedad en su conjunto. La diferencia lleva a una desigualdad del equilibrio competitivo de la externalidad con el de la optimización de Pareto.
Entender las externalidades
Si existen costes externos, como la contaminación, el productor puede optar por producir una cantidad mayor del producto que la que se fabricaría si tuviera que pagar todos los costes medioambientales asociados a ese.
Dado que la responsabilidad o las consecuencias de una acción autodirigida se encuentran en parte fuera de uno mismo, existe un elemento de externalización. El coste y el beneficio global para la sociedad se describen con una fórmula. Es la suma del valor monetario imputado de los beneficios y los costes para todas las partes implicadas.
Implicaciones de las externalidades
La economía neoclásica del bienestar afirma que la existencia de externalidades dará lugar a resultados que no son socialmente óptimos en condiciones plausibles. Los que sufren los costes externos lo hacen involuntariamente, mientras que los que se benefician de los beneficios externos lo hacen sin coste alguno.
Si existen costes externos, un intercambio voluntario puede reducir el bienestar social. Por tanto, un coste externo puede plantear un problema ético o político. Las externalidades negativas suelen ser Pareto ineficientes. Dado que la eficiencia de Pareto subyace a la justificación de la propiedad privada, ésta arrastra a toda la economía de mercado. Por estas razones, las externalidades negativas son más problemáticas que las positivas.
Las externalidades positivas, aunque mantienen un Pareto eficiente, siguen siendo fallos del mercado. Si no hay gobierno, éstas socavan la eficiencia de la asignación porque se producirán menos bienes que en un modelo teórico que es óptimo para la sociedad en su conjunto. Si se internalizaran estas externalidades, el fabricante se vería animado a proporcionar más.