Introducción a los fondos cotizados (ETF)
Un fondo cotizado (ETF) sigue un índice, un sector, una materia prima u otros activos. Son activos que pueden comprarse o venderse en una bolsa de valores. Son similares a una acción regular. Un ETF puede seguir cualquier cosa, desde el precio de una materia prima individual hasta una amplia y variada colección de valores. Los ETFs pueden incluso estar diseñados para seguir estrategias de inversión específicas.
Comprender el ETF (Exchange Traded Fund)
Un ETF es un fondo que puede tener varios activos subyacentes, en lugar de uno solo como una acción. Al haber numerosos activos dentro de un ETF, pueden ser una buena opción para la diversificación.
Un ETF puede poseer numerosas acciones de varios sectores, o puede limitarse a un sector o industria en particular. Algunos fondos se centran sólo en U.S. ofertas, mientras que otros tienen una perspectiva global. Por ejemplo, los ETFs centrados en el sector bancario incluirían acciones de varios bancos del sector.
Tipos de ETF (fondos cotizados)
Existen varios tipos de ETFs a disposición de los inversores que pueden utilizarse para generar ingresos, aumentar el precio, especular y cubrir o compensar parcialmente el riesgo en la cartera de un inversor. A continuación, algunos ejemplos de los tipos de ETF.
Los ETF de bonos pueden incluir bonos del Estado, bonos corporativos y bonos estatales y locales conocidos como bonos municipales.
Los ETFs sectoriales hacen un seguimiento de un sector concreto, como la tecnología, la banca, el petróleo o el sector del gas.
Los ETF de materias primas invierten en productos básicos, como el petróleo o el oro.
Los ETF de divisas invierten en monedas extranjeras como el euro o el dólar canadiense.
Los ETF inversos tratan de obtener ganancias de las caídas de las acciones mediante la venta de acciones. Cortocircuito es la venta de una acción, esperando una disminución del valor, y la recompra a un precio más barato.
Ventajas de los fondos cotizados
Los ETF tienen varias ventajas sobre los fondos abiertos tradicionales.
Las principales ventajas son
Flexibilidad de negociación
Diversificación de la cartera y gestión del riesgo
Costes más bajos
Ventajas fiscales
La mayoría de los expertos financieros reconocen que las ventajas de los ETFs superan a los inconvenientes por un margen considerable.