ETFs de bonos – Qué son los ETFs de bonos & Cómo funcionan

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Seguro que ha oído hablar de los fondos cotizados en bolsa o ETF y de sus diferentes tipos. De todos los ETFs disponibles, los ETFs de bonos ofrecen la mayor viabilidad y beneficios.

Fondos cotizados de bonos o ETFs

Aunque los ETFs de bonos, al igual que los demás ETFs, hacen un índice correlativo o producto de inversión subyacente, no son tan simples como los demás. Los bonos suelen ser activos de renta fija y no son muy líquidos. De ahí que los inversores conserven estos bonos hasta su vencimiento y no suelan negociarlos en los mercados secundarios, como las acciones y los índices.

Otro aspecto importante de estos bonos es que la información sobre su precio no es tradicionalmente transparente. En esto se diferencian los ETFs de bonos. Los ETF de bonos deben ser líquidos y estar disponibles en los mercados secundarios. Además, éstas no pueden permitirse tener precios poco claros. Estas son algunas de las áreas que un ETF de bonos debe superar. Un aspecto positivo es que después de estructurar un ETF de bonos, funcionan como cualquier otro ETF. También siguen un índice o producto de bonos correlativo, al igual que ellos.

Quién debería invertir en ETFs de bonos?

Los ETF de bonos son una vía de inversión de bajo riesgo, al igual que la mayoría de los instrumentos de renta fija. Por lo tanto, esto se adapta a las personas que no buscan una exposición al riesgo excesiva. Como el instrumento de inversión es de naturaleza líquida, atrae a las personas que ahorran para alcanzar objetivos a corto plazo.

Cómo funcionan los ETF de bonos?

Los ETFs de bonos, que normalmente se gestionan de forma pasiva y se negocian exactamente igual que los ETFs de acciones en una bolsa importante, el proceso mantiene la estabilidad del mercado al mejorar la liquidez y la transparencia en tiempos difíciles. Aunque los ETF de bonos son famosos por ser intermitentes, necesitan en gran medida ser líquidos para poder negociarse en los parqués. Pero también existe una solución a este problema. Es decir, si un ETF se compone sólo de los bonos más grandes y más líquidos del índice de bonos subyacente, hace que sean más fáciles de invertir.

Por qué invertir en ETFs de bonos

El mercado de ETFs de bonos está todavía en una fase incipiente. De hecho, algunos informes sugieren que en junio de 2015, este género de ETFs contaba con unos 318 millones de dólares en activos gestionados o menos del 1% del mercado total. Así que, aunque los ETF de bonos sufrieran una caída, el acontecimiento no afectaría en absoluto al mercado de bonos. Además, a diferencia de los bonos normales, en los que los pagos se realizan a intervalos fijos, los ETF de bonos tienen diferentes fechas de vencimiento para los activos. Dado que se espera que se produzca el pago de un cupón en un momento dado, los ETF de bonos pagan intereses cada mes y el valor del cupón cambia de un mes a otro.

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