Introducción
El largo plazo se refiere a la duración prolongada de un activo en manos de un inversor. Dependiendo de las necesidades del inversor, la inversión a largo plazo puede ser desde 12 meses hasta 30 años. Para la mayoría de los inversores, el periodo de tenencia de los activos a largo plazo oscila entre 5 y 10 años como mínimo. Sin embargo, no existe un periodo de tenencia predefinido para los activos a largo plazo.
Entender el largo plazo
Las inversiones a largo plazo pueden definirse como aquellos activos que una persona o entidad posee desde hace más de 12 meses. Pueden ser bonos, acciones, instrumentos monetarios o bienes inmuebles. A diferencia de las inversiones a corto plazo, en las que lo más probable es que los activos se vendan en un plazo breve, las inversiones a largo plazo no se venderán hasta dentro de muchos años. En algunos casos, los inversores también pueden optar por no venderlos nunca.
Cómo funcionan las inversiones a largo plazo?
Los inversores suelen optar por las inversiones a largo plazo cuando se encuentran con un exceso de capital que pueden permitirse mantener invertido durante un largo periodo. Además, invertir en activos a largo plazo requiere mucha paciencia, ya que el periodo de tenencia puede prolongarse incluso durante décadas.
Sin embargo, los activos a largo plazo tienen el potencial de generar excelentes rendimientos debido al poder de la capitalización. Cuanto más tiempo permanezca un inversor en un activo, mayor será la rentabilidad que éste pueda generar.
El ahorro y la inversión en planes de jubilación también se consideran una inversión a largo plazo. La planificación de la jubilación ha sido una de las principales razones para que la mayoría de las personas tengan una cartera de inversiones.
Si se empieza pronto, los individuos tendrían suficiente tiempo hasta la jubilación para amasar un corpus significativo antes de la misma. Esto se debe al poder de la capitalización. Además, los inversores pueden permitirse aceptar los riesgos prudentes asociados a las inversiones cuando se mantienen durante un periodo de tiempo prolongado.
Las fluctuaciones del mercado y otros riesgos relacionados con el mercado, como la inflación y las caídas, se compensan en gran medida a largo plazo con el promedio de costes en rupias. Esto permitirá a los inversores generar una mayor rentabilidad general al final.