Introducción
La desinversión se refiere a un acto de una organización o del gobierno de un Estado para obtener fondos mediante la venta de una participación en la propiedad. La venta también puede ser una liquidación de activos o de participaciones en una filial de una organización o empresa pública.
El objetivo de la desinversión es facilitar la reasignación de fondos o recursos para un mejor uso o monetización de los activos. La desinversión también ayuda a reducir la deuda y a reestructurar el negocio. El proceso ayuda a aumentar la rentabilidad de la inversión.
Entender la desinversión
En muchos casos, la desinversión se produce como una decisión política del gobierno cuando éste decide transferir la propiedad y la gestión de las empresas a manos privadas. Las razones de la desinversión pueden ser un alto coste de la deuda, una gestión ineficaz, problemas de liquidez o cualquier razón política.
El proceso de desinversión busca principalmente optimizar los recursos de una empresa para mejorar el rendimiento de la inversión. Las diferentes formas de desinversión incluyen la venta de acciones, la venta de activos, la escisión o la separación de la empresa. La desinversión también puede deberse a métodos de fabricación ineficientes, tecnologías obsoletas, etc.
Una empresa puede escindir o desagregar una empresa debido a sus pérdidas. Una unidad concreta puede tener pérdidas mientras las demás tienen beneficios. La unidad puede no alinearse completamente con el plan de negocio de toda la empresa. En estos casos, la empresa puede vender la unidad a otro inversor adecuado. El proceso permite obtener fondos que podrían ser útiles para la expansión según el plan de negocio existente.
En algunos casos, las políticas del gobierno pueden hacer necesaria la desinversión en una empresa concreta. Un país puede cambiar su política comercial o frenar las importaciones de ingredientes o componentes esenciales. El cambio de política puede hacer que la empresa sea inviable, lo que da lugar a la venta de la participación o la propiedad. En otros casos, el cambio de política puede hacer que la empresa sea ilegal y, por lo tanto, que haya que liquidarla.
Conclusión
Las empresas desinvierten en todo el mundo por razones financieras, políticas, legales o estratégicas. Los activos o empresas que ya no son rentables o no encajan en la estrategia empresarial, se venden. Del mismo modo, una empresa debe cumplir con las políticas y normas legales del país en el que opera o tiene su sede. La política puede requerir un replanteamiento de sus asociaciones estratégicas o de los activos que posee a nivel mundial.