Introducción
La curva de Laffer fue desarrollada por el economista Arthur Laffer. La teoría analiza la relación entre los tipos impositivos y los ingresos fiscales recaudados por el gobierno. La teoría se basa en el argumento de que la reducción de los tipos impositivos aumenta los ingresos fiscales totales de un gobierno.
Importancia de la curva de Laffer
Existe un tipo impositivo óptimo que maximiza los ingresos fiscales totales del gobierno. Un aumento del tipo por encima del óptimo desincentivaría las actividades empresariales y de inversión.
Si los impuestos son demasiado elevados a lo largo de la curva de Laffer, una reducción del tipo impositivo fomentará las actividades económicas y aumentará los ingresos fiscales. Los tipos impositivos más altos disminuyen el incentivo para invertir, llevar a cabo la expansión de las empresas y las actividades generadoras de ingresos.
La hipótesis subyacente y la idea económica es que la gente ajustará su comportamiento económico en función de los incentivos fiscales que ofrezca el gobierno.
La curva de Laffer analiza el impacto de los tipos impositivos del 0% al 100%. Con un tipo impositivo del 0%, los ingresos fiscales serían obviamente nulos. A medida que los tipos impositivos aumentan desde niveles bajos, los ingresos fiscales recaudados aumentarían.
Al final, si los tipos impositivos alcanzan el 100%, en el extremo derecho de la curva de Laffer, la gente decidirá no trabajar. Por lo tanto, es necesario que en algún punto del rango en el que los ingresos fiscales sean positivos, se alcance el punto óptimo.
Impacto en la industria
El argumento de la curva de Laffer: cuanto más dinero se saque de las empresas, menos estarán dispuestas a invertir en ellas.
En el caso de los tipos impositivos, si el efecto es lo suficientemente grande, un aumento más allá de un punto disminuiría los ingresos fiscales totales. Existe un umbral límite a partir del cual disminuye el incentivo a producir más.
La Curva de Laffer se había utilizado anteriormente como base para la concesión de recortes fiscales en la década de 1980, pero fue criticada por motivos prácticos en vista de sus supuestos simplistas, y por motivos económicos al afirmar que el aumento de los ingresos públicos podría no ser siempre óptimo.