Qué es una cuenta cerrada?
Cualquier cuenta que haya sido desactivada o rescindida, ya sea por el titular de la cuenta o por la contraparte, se conoce como cuenta cerrada. Una vez que se cierra una cuenta, no se pueden realizar transacciones de débito o crédito a través de la misma.
En un contexto contable, una cuenta cerrada o un asiento cerrado significa el proceso anual de trasladar los datos de las cuentas temporales de la cuenta de resultados a las cuentas permanentes del balance para comenzar el nuevo ejercicio con un saldo cero. En otras palabras, el asiento de cierre pone a cero las cuentas temporales en el libro mayor al final de cada ejercicio.
Cómo entender una cuenta cerrada
El acto de cerrar la cuenta es un evento normal que ocurre una vez cada 12 meses y es común entre las empresas y negocios. Como ya se ha dicho, los ingresos, los gastos, las pérdidas y las ganancias son las cuentas temporales que se vacían de la cuenta de resultados a los beneficios no distribuidos (la cuenta permanente del balance) al final de un ejercicio. Es decir, se cargan las partidas de la cuenta de resultados y se abona la cuenta de ganancias acumuladas.
Las cuentas de ingresos y gastos deben tener un saldo cero al final del ejercicio, ya que estas cuentas están vinculadas a períodos de tiempo definidos y no se trasladan al futuro. Por otro lado, las cuentas permanentes mantienen actividades más allá del período contable actual. Por ello, las cuentas de la contabilidad temporal no se dejan perder y se colocan en un libro de contabilidad que no está vinculado al tiempo.
Cerrado a las nuevas cuentas frente a las cuentas cerradas
Una cuenta cerrada es diferente de una cuenta cerrada a nueva. Este último es un vehículo de inversión que está operativo pero no acepta nuevos inversores. Esto es aplicable a los fondos de cobertura, los fondos de inversión y otros vehículos de inversión colectiva gestionados profesionalmente.