Introducción
En una crisis financiera, los precios de los activos notan una fuerte pérdida de valor, los consumidores y las empresas no pueden pagar sus deudas y las entidades financieras se enfrentan a una escasez de liquidez. A menudo, una crisis financiera está relacionada con una corrida bancaria o pánico durante la cual los inversores venden sus activos o retiran dinero de sus cuentas de ahorro porque creen que si permanecen en una institución financiera, el valor de esos activos disminuirá.
Algunas circunstancias que podrían calificarse de crisis financiera son el estallido de una burbuja financiera mundial, el impago de una deuda soberana, el desplome del mercado de valores o una crisis monetaria. Las crisis financieras pueden limitarse a los bancos o extenderse a una sola economía, a la economía de una región o a las economías mundiales.
Las causas de una crisis financiera pueden ser múltiples. Por lo general, cuando las organizaciones o las propiedades están sobrevaloradas, puede surgir una crisis que puede verse agravada por las acciones desmedidas o de rebaño de los inversores. Una cadena rápida de cierres, por ejemplo, puede provocar una bajada de los precios de los activos, lo que lleva a los particulares a deshacerse de sus activos o a realizar enormes retiradas de ahorros cuando se rumorea la quiebra de un banco.
Entender la crisis financiera
Una crisis financiera puede adoptar varias formas, que comprenden el pánico crediticio y bancario o la caída de la bolsa. Pero, es diferente de una recesión que suele ser el resultado de una crisis así. Las crisis financieras conducen directamente a la pérdida de riqueza en papel, pero no necesariamente conducen a cambios significativos en la economía real. Cuando el valor de las instituciones financieras o de las propiedades disminuye rápidamente, se produce una crisis financiera.
Los factores que respaldan las crisis financieras incluyen comportamientos humanos imprevistos/incontrolables, fallos sistémicos, oportunidades de asumir riesgos, ausencia o fallos regulatorios, o enfermedades que dan lugar a una propagación de los problemas de una organización o nación a otra, similar a un virus. Cuando no se controla, una crisis puede llevar a una recesión o a una depresión en una economía. Incluso cuando se toman medidas para prevenir una crisis financiera, ésta puede producirse, profundizarse o acelerarse.