Coste histórico – Definición, qué es el coste histórico y cómo funciona el coste histórico?

Definición de coste histórico

El coste histórico es un cálculo del valor utilizado en el proceso contable, en el que el valor del activo en el balance se reporta a su coste original tal y como fue adquirido por la empresa.

Entendamos el coste histórico en detalle

Según los principios contables, los gastos históricos requieren un cierto cambio a medida que pasa el tiempo. Los costes de depreciación se registran para los activos a largo plazo, disminuyendo así su valor registrado a lo largo de su vida útil estimada.

Además, si el valor de un activo cae por debajo de su coste ajustado a la depreciación, debe aplicarse un cargo por deterioro para reducir el coste registrado del activo a su valor neto realizable. Ambos conceptos pretenden ofrecer una visión conservadora del coste registrado del activo.

Los costes históricos varían con respecto a otros costes que pueden atribuirse a un activo, como su coste de reposición (lo que se pagará ahora para comprar el mismo activo) o su coste ajustado a la inflación (el precio de compra real con los cambios de inflación acumulados al alza desde la fecha de compra).

Los costes históricos siguen siendo un principio básico para la valoración de los activos, mientras que el valor razonable se sustituye por otras formas de activos, como las inversiones negociables. La continua sustitución de los costes históricos por una medida de igual valor se basa en la premisa de que los costes históricos suponen una representación innecesariamente restrictiva de la empresa.

Coste histórico frente a deterioro del activo

Independientemente del desgaste físico de los activos durante largos periodos de uso, la pérdida puede producirse en algunos bienes, incluidos los intangibles, como el fondo de comercio. Con la pérdida de activos, el valor justo de mercado del activo cayó por debajo de lo que originalmente aparecía en el balance.

El cargo por deterioro de activos es un coste de reestructuración típico, ya que las empresas reevalúan el valor de ciertos activos y realizan cambios en el negocio.

El fondo de comercio, por ejemplo, debe ser revisado y evaluado al menos periódicamente para. Cuando el valor del activo es inferior al valor contable del bien, se considera que el activo está dañado. Si el valor tiene eso, no se hará ningún cambio en el gasto histórico.

En caso de pérdida, la devaluación de un activo sobre la base de las condiciones actuales del mercado será un procedimiento contable más prudente que mantener los costes históricos sin cambios. La pérdida afecta directamente a los ingresos de la empresa.

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