Introducción
Los costes fijos son gastos empresariales que no dependen del importe de los bienes o servicios generados por la empresa. Estos gastos contrastan con los costes variables, que al principio del ejercicio contable están relacionados con el volumen (y se pagan por la cantidad producida) y son desconocidos.
Por ejemplo, consideremos una panadería, en la que el alquiler mensual de las instalaciones de panadería, el sistema de seguridad mensual y los pagos de la línea telefónica básica son costes fijos, ya que no cambian en función de la cantidad de pan que produce y vende la panadería.
Entender los costes fijos
Los costes fijos en la contabilidad de gestión se definen como los gastos que, dentro del período correspondiente, no cambian en función de la actividad empresarial. Un fabricante, por ejemplo, tiene que pagar el alquiler y las facturas de los servicios públicos independientemente de los ingresos.
Para la comercialización, hay que saber cómo varían los costes entre variables y fijos. Esta distinción es esencial a la hora de prever los beneficios generados por diferentes cambios en las ventas unitarias y, por tanto, el impacto financiero de las campañas de marketing que se propongan. La mayoría de los altos ejecutivos de marketing consideraron que el concepto de «costes variables y fijos» es muy útil.
Naturaleza del coste
Los costes fijos no son permanentes, sino que cambian con el tiempo. También se fijan en relación con la cantidad de producción del periodo correspondiente, por obligación contractual.
Por ejemplo, una empresa puede tener desembolsos imprevistos e imprevisibles que no están relacionados con la producción, como los costes de almacén y similares que sólo se fijan durante el periodo de alquiler. Por definición, en el largo plazo no hay costes fijos, porque el largo plazo es un periodo suficiente para que todos los insumos fijos del corto plazo se conviertan en variables.
Las inversiones en infraestructuras, suministros y organización general que no pueden reducirse sustancialmente en un plazo limitado se denominan costes fijos comprometidos. Los costes fijos discrecionales suelen surgir de las decisiones anuales de la dirección para gastar en determinadas partidas de costes fijos.
Ejemplos de costes discrecionales son el gasto en publicidad, las primas de seguros, el mantenimiento de la maquinaria y la investigación & desarrollo; los costes fijos discrecionales pueden ser excesivos.