Introducción
Contra real es una transacción en un mercado de futuros, en la que dos operadores intercambian contratos de futuros por efectivo. En una operación de este tipo, sólo se negocia la divisa, y no se realiza ningún intercambio de materias primas.
En otras palabras, los inversores intercambian una posición en efectivo sobre una determinada materia prima, por un contrato de futuros sobre la misma materia prima. Este tipo de intercambio es útil para los inversores que desean cerrar sus posiciones cubiertas.
Comprensión contra real en un contrato de futuros
En un mercado de futuros, los operadores pueden comprar o vender una materia prima o un instrumento financiero en una fecha determinada del futuro, y por un precio predeterminado. Dicho contrato se denomina contrato de futuros.
En el mercado de futuros, se puede realizar una operación también conocida como opciones, en la que el comprador de la opción tiene derecho a vender el activo concreto por un precio acordado, en una fecha posterior.
El término «real» en un contrato de futuros se refiere a la mercancía del contrato, cuyo interés aumenta en función de su demanda en el mercado.
Ejemplo del término contra real
Hay varios tipos de contratos de futuros. Entre ellos se encuentran los futuros de acciones, los de divisas, los de materias primas y los de índices. Las materias primas incluyen el petróleo, los metales preciosos, los cereales, el ganado, la energía, etc.
Por ejemplo, tomemos una mercancía, el oro. El contrato de futuros se redacta incluyendo la fecha en la que se realiza la venta, así como la cantidad de dinero para la venta. Será la obligación del vendedor de cumplir los términos del contrato en la fecha especificada, y según los términos acordados. El vendedor deberá encargarse de la entrega al comprador.
En una transacción contraria a la real, la entrega del oro no tendrá lugar. En cambio, habrá una promesa de entregar el oro en una fecha futura, pero aunque el vendedor retenga el oro, seguirá recibiendo el pago por el mismo.
Por otro lado, el comprador adquiere la mercancía, i.e. oro, a la tasa actual del mercado, sin recibir físicamente la mercancía. A continuación, puede vender el contrato con un beneficio, a otro comprador, sin necesidad de tomar posesión de la mercancía nunca.