Introducción
La consignación es un acuerdo comercial por el que una empresa, a menudo llamada consignatario, se compromete a pagar a un vendedor o consignador por la venta de productos. Normalmente, las empresas de consignación son tiendas de descuento especializadas en una forma particular de un producto de consumo. La empresa adquiere artículos para su venta y se compromete a pagar una parte de los ingresos al minorista cuando éste venda los productos.
Consignador y consignatario
Cuando el propietario envía la mercancía a los agentes de otro lugar, la mercancía enviada se denomina consignación y el remitente es el expedidor.
El comprador de los productos se llama destinatario en una consignación. Un destinatario es sólo un comprador, no el propietario de los productos. La propiedad sólo se transmitirá una vez que el destinatario haya pagado al expedidor la totalidad de la mercancía. Un consignatario es, en la mayoría de los casos, simplemente una entidad que compra el producto al expedidor.
Cómo funciona
La consignación se refiere a un acuerdo en el que los artículos se colocan en la tienda antes de que el cliente los compre. El expedidor es el comprador de los productos mantiene la posesión de los artículos hasta que se vendan. Si el artículo se vende, la tienda o el particular que lo ha vendido, el consignatario, pagará al propietario un porcentaje/parte acordado de los ingresos de la venta.
Características
Un acuerdo de consignación estándar tiene las siguientes características básicas:
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Hay dos partes implicadas: el expedidor y el destinatario.
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El expedidor confía la custodia de sus bienes al expedidor.
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La propiedad de la mercancía sigue siendo del expedidor hasta que se vende.
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El destinatario será responsable de la protección de los productos del expedidor.
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El expedidor correrá con los gastos de envío y venta de las mercancías, a menos que se decida lo contrario.
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El consignatario paga al expedidor por sus servicios en caso de venta de mercancías.