Introducción
El conflicto de intereses es un caso en el que una entidad tiene intereses contradictorios debido a sus obligaciones con más de una persona u organización. Una persona con un conflicto de intereses no puede hacer justicia a las dos partes -intereses reales o potenciales- que compiten entre sí.
El conflicto de intereses incluye que una persona con dos relaciones tenga que competir por la lealtad. La persona puede tener, por ejemplo, lealtad a un empleador y también lealtad a una empresa familiar. Para hacer crecer estos negocios, el individuo debe participar en su mejor interés.
Entendiendo
En varios casos diferentes puede producirse un conflicto de intereses, como la lealtad personal, la lealtad a un empleador privado, a un empleador gubernamental o a una relación profesional. La mejor manera de entender la idea de conflicto de intereses es con algunos ejemplos:
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Un funcionario cuyos intereses personales chocan con la lealtad deseada por la organización.
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Una persona que tiene un papel de autoridad en una empresa específica y también tiene intereses conflictivos en otra empresa.
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Cuando un abogado pretende representar a ambas partes de un caso.
Conflicto de intereses en el trabajo
El conflicto de intereses puede hacer que un empleado actúe en contra de los intereses de su empleador o de sus compañeros de trabajo. En los lugares de trabajo, los empleados quieren evitar cualquier comportamiento que pueda indicar un conflicto de intereses. Van en contra de la reputación, la integridad y la confianza del empleado a los ojos de la dirección.
Es difícil definir los conflictos de intereses sin ejemplos claros. Son tan complejos como los entornos de trabajo en los que surgen e implican a trabajadores, actos y circunstancias en los que las consideraciones personales tienen prioridad sobre lo que es mejor para el empleador.
Divulgación
Los políticos y los altos cargos del gobierno suelen estar obligados a revelar información financiera anual sobre sus activos, como las acciones, las deudas y los cargos corporativos que ocupan. Todos los profesionales están obligados a informar de cualquier conflicto de intereses real o posible, ya sea por la normativa relativa a su organización profesional o por la legislación. En algunos casos, el hecho de no proporcionar una información completa dará lugar a un delito.