Introducción
Una cinta ancha es una variante moderna de la cinta de teletipos de Dow Jones. Originalmente impresa en papel ancho, la cinta de teletipos tenía cinco pulgadas de ancho y contenía teletipos para el Dow Jones y el Wall Street Journal. Se ha denominado tickers de cinta ancha por su amplio tamaño.
La cinta ancha de hoy se coloca en un ordenador en la sala de juntas de una empresa de inversión. La cinta ancha proporciona a los inversores y corredores de bolsa un flujo continuo de información sobre inversiones, finanzas y negocios.
Comprensión de la cinta ancha
La cinta ancha está ampliamente disponible de muchas maneras tanto para los inversores como para los profesionales. Se puede ver en la televisión y en Internet, así como por suscripción privada.
Los teletipos de cinta ancha se remontan al año 1882, cuando Charles y Edward Jones iniciaron un negocio de noticias. En aquella época, las actualizaciones de los promedios industriales del Dow Jones se llamaban flimsies, que eran hojas de papel carbón en las que un empleado escribía presionando muy fuerte para producir hasta 24 copias de flimsies.
En 1897, Dow Jones empezó a producir teletipos separados para las noticias financieras y las cotizaciones bursátiles, que se enviaban en una cinta estrecha. Por lo tanto, se hizo una distinción visual entre las dos formas diferentes de información financiera utilizando la cinta ancha.
Historia
Hasta que se inventó la electricidad, los primeros teletipos bursátiles se escribían a mano y los hacían circular mensajeros, que tenían el deber de distribuir los teletipos a los profesionales financieros de Wall Street. Cuando se inventó la electricidad, se instalaron máquinas en Wall Street para transmitir la información e imprimir tickers de cinta ancha en lugar de escribirlos y entregarlos a mano.
El mensaje del teletipo se enviaba a través de un cable, y el documento se imprimía para que llegara a las manos de un corredor u otro profesional financiero.
El Wall Street Journal informó de que se recordaban como pequeños ataúdes verticales, que además eran muy ruidosos. El ruido de las máquinas de teletipos de cinta ancha se convirtió en un telón de fondo para la industria, y muchos afirmaban que los teletipos que se imprimían constantemente ayudaban a mantener a todos con energía.
Las máquinas de teletipos de cinta ancha existieron hasta aproximadamente 2017, pero ahora todas han sido sustituidas por ordenadores y pantallas electrónicas, aunque todavía pueden ser de interés para los coleccionistas de antigüedades.