Introducción
Los cargos por servicio son un tipo de tarifa que se cobra para pagar los servicios asociados a la compra del producto o servicio principal. Normalmente, los cargos se aplican en el momento de la transacción. Las tasas de servicio se cobran en muchos sectores, como la restauración, la banca y los viajes y el turismo.
Las tasas que se cobran podrían cubrir los gastos de administración o tramitación. Los gastos de servicio se cargan directamente a la empresa. Son diferentes de los consejos que se dan al empleado que presta el servicio.
Comprender los gastos de servicio
Considere un ejemplo en el que, además del precio inicial de un vehículo en el momento de la compra, una sala de exposición puede cobrar tasas de servicio como las tasas de inspección previa a la entrega, las tasas de instalación de accesorios y las tasas por pasar la tarjeta.
Los gastos de servicio también se conocen como tasas de servicio. Reciben diferentes nombres, como las tasas de reserva en los hoteles, las tasas de seguridad durante los viajes y las tasas de mantenimiento de cuentas y de servicio al cliente en los bancos.
Tipos de cargos por servicio
1. Sector bancario
El sector bancario cobra diversas comisiones de servicio, normalmente fijadas a tanto alzado o fijas. Cuando se abre una cuenta bancaria con un cheque o un depósito, el banco cobra una cuota mensual conocida como comisión de mantenimiento. Al final del mes, la tasa se carga en la cuenta. Los bancos también cobran gastos de servicio cuando se utiliza un cajero automático de un banco de la competencia, o cuando se inicia una transferencia bancaria.
2. Industria de las aerolíneas
Las aerolíneas cobran varios cargos por servicios, como cargos por equipaje facturado o de gran tamaño, cargos por cambio o cancelación, cargos por selección anticipada de asiento y cargos por experiencia a bordo, como WiFi, comida, bebida y entretenimiento.
La tasa de embarque o mejora del aeropuerto es un cargo por servicio que se aplica a los pasajeros que salen y hacen conexión en un aeropuerto. Estas tasas son impuestas por el gobierno o por una empresa de gestión aeroportuaria, y los ingresos suelen destinarse a financiar mejoras sustanciales en el aeropuerto o a ampliar las instalaciones aeroportuarias.