Introducción
El capital de nivel 2 es un componente del capital del banco. Está formado por el capital complementario del banco, incluidas las reservas no declaradas, las reservas de revalorización y la deuda subordinada. El capital de nivel 2 es menos seguro que el capital de nivel 1.
Qué es el capital de nivel 2?
Las normas para el capital de nivel 1 y 2 se especifican en la normativa bancaria elaborada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. Las normas se prescriben para garantizar que los bancos estén adecuadamente capitalizados.
El capital de nivel 2 es el componente secundario del capital bancario. Los requisitos de capital se rigen por la normativa bancaria internacional establecida en las normas de Basilea.
Más información sobre el capital de nivel 2
El coeficiente de reserva de capital para un banco es del 8%. Es del 6% para el capital de nivel 1 y el 2% restante para el capital de nivel 2. Normalmente, el coeficiente de capital de un banco se calcula dividiendo su capital por sus activos totales en función del riesgo.
El capital de nivel 2 consta de 2 subcategorías:
Capital de nivel superior 2: Se compone de inversiones de activo fijo, reservas de revalorización y valores perpetuos.
Capital de nivel 2 inferior: Consiste en deuda subordinada con un vencimiento mínimo de cinco años.
El capital de nivel 2 también se compone de instrumentos de capital híbridos, que tienen el carácter tanto de capital como de deuda. Se caracteriza por ser poco costoso de emitir para un banco, con cupones que no son aplazables sin provocar un impago.
El capital de nivel 2 es variable y complementario en comparación con el capital de nivel 1, que es el capital básico del banco.
Las reservas de revalorización son reservas creadas al revalorizar un activo. Una reserva de revalorización típica es como un edificio propiedad de un banco. Con el paso del tiempo, el valor del activo inmobiliario tiende a aumentar cuyo valor se capta al revalorizar el activo.
Los instrumentos híbridos pueden formar parte del capital de nivel 2 siempre que los activos sean lo suficientemente similares a los fondos propios y no provoquen la liquidación del banco.