Arquitectura abierta – Definición, comprensión y últimas noticias sobre la arquitectura abierta

Qué es la arquitectura abierta?

La arquitectura abierta se utiliza para definir la capacidad de una institución financiera de ofrecer a los clientes productos y servicios propios y externos. La arquitectura abierta significa que un cliente puede satisfacer todas sus necesidades financieras y que la empresa de inversión puede actuar en el mejor interés de cada cliente. Esto puede hacerse proporcionando los productos financieros más adecuados para ese cliente, aunque no sean productos propios. La arquitectura abierta ayuda a las empresas de inversión a evitar el conflicto de intereses que surgiría si sólo se propusieran sus propios bienes.

Explicación de la arquitectura abierta

Los consultores financieros que trabajan con un enfoque de arquitectura abierta para las instituciones financieras, teóricamente, satisfarán mejor las necesidades de sus clientes que los consultores que trabajan para instituciones propietarias. En un entorno de arquitectura abierta, los asesores reciben una tarifa por su asesoramiento, en lugar de la comisión que obtendrían en un entorno propietario.

La arquitectura abierta, en su máxima expresión, impulsará la distribución y la diversificación de los activos para el cliente, ofrecerá comisiones más bajas y proporcionará mejores rendimientos. También fomenta un ambiente de mayor confianza entre clientes y asesores.

Razones de la arquitectura abierta

Es posible que una sola correduría no venda todos los productos financieros que necesita un cliente, o que sea lo más conveniente para el consumidor. Sí, unos mayores ingresos de los clientes suelen significar una mayor necesidad de una gama más amplia de bienes y servicios.

La arquitectura abierta ayuda a los inversores y a sus asesores a elegir los mejores fondos disponibles y a conseguir el mejor resultado de inversión posible teniendo en cuenta sus necesidades y su percepción de los riesgos.

Las empresas de corretaje y los bancos que restringen las opciones de los clientes mediante una estrategia de arquitectura cerrada, en la que los inversores sólo pueden elegir los fondos de esa empresa o banco, se exponen a los litigios de los clientes por negligencia fiduciaria.

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